"No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos"
Carta de un jefe indio de Seatle al Presidente de los Estados Unidos (1855)

lunes, 15 de agosto de 2016

Presentaciones en Cochabamba del documental sobre el TIPNIS: "El camino es el Río"

Entre los ríos Isiboro, Sécure e Ichoa, en la Amazonía boliviana, se encuentra el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure (TIPNIS). Hernán y Marquesa, como todxs lxs habitantes del TIPNIS, heredaron este territorio de sus ancestrxs, ahí han vivido siempre, piensan morir allí y heredarlo a sus hijxs. A través de su historia de lucha, sus conocimientos, saberes y vida cotidiana, explican las razones por las cuales se oponen territorio. Entre muchas razones, quizás la más sencilla, pero definitiva, es que el camino es el río.
Miércoles 17 de agosto de 2016

Hrs. 19.00 Auditorio CESU UMSS
(Calama 235)
Jueves 18 de Agosto de 2016
Hrs. 21:00 La Floristeria,
(Calle España y Ecuador)

lunes, 28 de abril de 2014

Canto ritual por la defensa del TIPNIS, desde Nueva York


Tiokasin Ghosthorse es un indio norteamericano. Su nombre galopa insomne en tierras de los  Minneconjou, es el espíritu de un caballo bravío que reclama por las tierras arrebatadas a sus ancestros, los Lakota. Lleva en su sangre el dolor de la masacre de Wounded Knee, cuando 130 indios Lakora fueron asesinados por ejército norteamericano, a fines del siglo XIX.  En febrero de 1973, Gosthorse fue partícipe de la ocupación del pueblo de Wounded Knee reclamando por las centenarias injusticias en contra de su gente. 
Músico y agitador espiritual, siente el dolor de la tierra que reclama justicia. Toma con su mano izquierda la foto de Juana y Mercedes, quienes encarnan el el espíritu del tigre y la capiguara y eleva un canto ceremonial por la defensa del bosque en el TIPNIS. 
Desde Nueva York, emerge un canto solidario que espera llegar a los corazones de los que habitan la Loma Santa. Se convierte en el espíritu de un caballo que galopa por la selva y se detiene a beber agua del río Imose. Esto nos recuerda que debemos empezar también a elevar ritos y cantos por la defensa de la Casa Grande. 
"Tenemos que abandonar la idea de crear paz en la tierra y comenzar a crear paz con la Madre Tierra", dice Gosthorse, convencido de la necesidad de volver a ser parte de ella.